1ª visita informativa gratuita
La ansiedad es un mecanismo que se activa ante situaciones consideradas (consciente o inconscientemente) como amenazadoras. Se podría definir la ansiedad como un conjunto de sensaciones muy molestas que pueden ser: físicas (palpitaciones, pulso rápido, respiración acelerada, presión en el pecho, sudoración, etc.), cognitivas (preocupación, inseguridad, sensación de incapacidad, de pérdida de control, poca concentración, etc.) o conductuales (paralización, hiperactividad, conductas de evitación, etc.).
Estas sensaciones creadas por nuestro organismo nacen con la finalidad de activarnos ante los peligros o preocupaciones que previamente hayamos anticipado o percibido, para así poder protegernos de estos huyendo o afrontándolos. Es un fenómeno que, aunque molesto, es natural y automático y se da en todas las personas. Debido a su función protectora y adaptativa, puede mejorar el rendimiento y adaptación al medio social, laboral o académico. Por ejemplo, nos ayuda a estudiar si estamos frente a un examen, a estar en alerta ante una cita o una entrevista de trabajo, a huir ante un incendio o a apartarnos al ver que un coche se acerca a nosotros.
Sin embargo, cuando sobrepasa determinados límites o se activa en momentos en los que no es necesaria por la inexistencia de peligro, la ansiedad se convierte en un problema de salud, impide el bienestar e interfiere notablemente en las actividades sociales, laborales o intelectuales. Puede limitar la libertad de movimientos y opciones personales. En estos casos no estamos ante un simple problema de “nervios”, sino ante una alteración. Existen varios tipos de trastornos por ansiedad, cada uno con sus características propias.
Se calcula que entre un 15% y un 20% de la población padece, o padecerá a lo largo de su vida, problemas relacionados con la ansiedad con una importancia suficiente como para requerir tratamiento. La mejora espontánea (es decir, sin consulta ni tratamiento) de los problemas por ansiedad es improbable. Solo se produce en muy pocos casos y a un coste emocional y de sufrimiento prolongado muy alto. En la mayoría de los casos, la ansiedad tiende a mantenerse, e incluso a extenderse y generalizarse. Tratar de sobreponerse a base de fuerza de voluntad, como piensan algunas personas, no es efectivo. Querer que los síntomas desaparezcan no da resultado, no es suficiente. Lo más conveniente es tratarse lo antes posible. La gran mayoría de los casos mejoran siguiendo el tratamiento adecuado y siempre personalizado a cada persona.
En Esther González Sans, desde la primera visita nos pondremos en marcha para conseguir disminuir la intensidad de su ansiedad, así como la incapacitación que esta le ha podido producir en su vida diaria. Para ello, empleamos un programa de intervención basado en los últimos avances en psicoterapia y con eficacia avalada (siempre adaptado a cada caso). El programa básico consta de:
Puede ponerse en contacto con nosotros por teléfono o mediante correo electrónico y le contactaremos lo antes posible.
Teléfono: 932 000 983
Correo electrónico: contacta@esthergonzalezsans.com
Si lo prefiere, puede usar nuestro formulario: