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La sintomatología esencial del trastorno o dificultad en el control de los impulsos consiste en el fracaso en resistir el impulso, deseo o tentación de llevar a cabo algún acto que es dañino para el propio sujeto y/o para los demás. Se acompaña con una sensación creciente de tensión o activación antes de llevarlo a cabo. En el momento de consumar el acto, el individuo siente placer, gratificación o liberación; sin embargo, después puede haber sentimientos de pena, culpa, autorreproche, disminución de la autoestima y seguridad personal, afectación en diferentes áreas, etc.
Existen diferentes formas bajo las cuales el trastorno o dificultad en el control de los impulsos puede mostrarse. Entre otras, tenemos:
- Trastorno explosivo
Consiste en episodios de pérdida del control de los impulsos agresivos, dando lugar a actos violentos, ataques de ira desproporcionados, agresión (verbal o física) excesiva, destrucción de la propiedad, etc. La agresividad manifestada no es en absoluto proporcional al motivo desencadenante.
- Cleptomanía
Fracaso repetido en aguantar los impulsos de robar objetos que ni son necesarios para el uso personal ni se toman por su valor. Esos objetos pueden ser luego abandonados, regalados, escondidos o simplemente olvidados. Normalmente, el individuo tiene suficiente dinero como para poder adquirir lo que roba, pero siente como una necesidad y tensión al hacerlo, experimentando una intensa gratificación o alivio después de cometido el acto.
- Juego patológico
Fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos a jugar, apareciendo una conducta de juego que compromete y lesiona los intereses personales, familiares o vocacionales. Los problemas que van surgiendo como consecuencia del juego tienden a aumentar la propia conducta de seguir jugando. Lo más característico es que aparezcan importantes deudas personales con incapacidad para poder satisfacerlas, implicándose otras responsabilidades financieras y llevando progresivamente al deterioro en las relaciones familiares, el trabajo, etc.
PLAN DE TRATAMIENTO
En el transcurso de las sesiones, el objetivo en este tipo de casos (siempre consensuado con el paciente) se centrará en que la persona que padece este tipo de problemática consiga:
- Analizar y comprender el origen y las causas que mantienen la dificultad de control de los impulsos.
- Incrementar la capacidad y obtener nuevos recursos para manejar los conflictos a partir de un entrenamiento en técnicas de autocontrol.
- Entrenamiento cognitivo para construir razonamientos lógicos ante las circunstancias.
- Ganar seguridad y confianza en uno/a mismo/a.
- Restaurar las áreas que hayan quedado afectadas debido a la dificultad del control de los impulsos.
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